Despues de varias denuncias y movilizaciones de la asociación ACPES, Iberdrola ha cedido e instalado un dispositivo para liberar caudal ecológico en la presa de La Vieja y dejar de secar totalmente este río del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas.
Tras un largo procedimiento de movilizaciones y denuncias por parte de la “Asociación para la Conservación Piscícola y de los Ecosistemas Acuáticos del Sur (ACPES), ante la Confederación Hidrográfica del Segura, la Antigua Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de Castilla la Mancha por la desecación del Río Zumeta a manos de Iberdrola Generación, se ha conseguido que esta instale un sistema que deje en el río una pequeña parte de su caudal, y de este modo garantizar la pervivencia de las especies animales y vegetales existentes en su cauce.
Los caudales ecológicos son aquellos que “mantienen como mínimo la vegetación de ribera y la vida piscícola que de manera natural habitaría o pudiera habitar en el río, debiendo considerarse como una restricción que se impone con carácter general a los sistemas de explotación”. En ese sentido, Iberdrola derivaba la totalidad del caudal del río en la presa de la Vieja hasta la central hidroeléctrica de Miller, desecando totalmente el cauce ante la pasividad de la administración hidráulica y los organismos ambientales de ambas comunidades autónomas limítrofes competentes en este espacio natural protegido.

Denuncias
Todo empezó el 7 de mayo de 2018 con las peticiones de información ambiental relativas a esta central hidroeléctrica formuladas por ACPES a la CHS y que pusieron de manifiesto el nulo control del organismo de cuenca sobre los caudales circulantes, almacenados en el embalse y detraídos por la empresa. Unos días después, el 22 de mayo de 2018, ACPES presentó denuncias administrativas por la desecación del Rio Zumeta ante la Confederación y las consejerías con competencia ambiental de las comunidades de Andalucía y Castilla la Mancha, ya que este tramo fluvial hace de frontera entre ambas comunidades autónomas. Ante la inacción del organismo de cuenca, las denuncias fueron reiteradas y ampliadas en junio, julio y en diciembre de 2018 solicitando además la medida cautelar del cese de la actividad de producción hidroeléctrica. En septiembre de 2018 se reiteró la denuncia ante la Consejería castellano manchega.
Movilizaciones
Finalmente, el 6 de febrero de 2019, Iberdrola solicita los permisos pertinentes para acometer las obras de instalación de una válvula en la presa que le permitiese dejar caudal ecológico en el río. Ante la tardanza en el inicio de las obras, ACPES, como medida de presión, convocó una manifestación en las proximidades de la central hidroeléctrica en septiembre de 2019 en la que participaron, además de miembros de ACPES, representantes de diversos colectivos como Ecologistas en Acción, Aems, representantes políticos, además de numerosos vecinos de la comarca de la sierra de segura.
En noviembre de 2019 se iniciaron las obras en la presa, que finalmente han dado como resultado el funcionamiento del nuevo aliviadero desde el pasado 27 de marzo de este año. Desde la Asociación ACPES seguimos en el empeño de conseguir la restauración de los tramos fluviales afectados por esta central hidroeléctrica, por lo que a partir de este momento intensificaremos las actuaciones en la presa de Anchuricas, donde haremos un control del régimen de caudales ambientales realmente liberados y procuraremos la adaptación del régimen establecido en el Plan hidrológico de Cuenca al realmente necesario para mantener la biodiversidad de estos tramos fluviales protegidos donde habitan especies acuáticas amenazadas.
Finalmente, a finales de enero del 2021, se finalizó la permeabilización de la presa de Las Anchuricas, en el río Segura, por donde también circula el caudal ecológico.

Los caudales ecológicos son aquellos que “mantienen como mínimo la vegetación de ribera y la vida piscícola que de manera natural habitaría o pudiera habitar en el río, debiendo considerarse como una restricción que se impone con carácter general a los sistemas de explotación”. En ese sentido, Iberdrola derivaba la totalidad del caudal del río en la presa de la Vieja hasta la central hidroeléctrica de Miller, desecando totalmente el cauce ante la pasividad de la administración hidráulica y los organismos ambientales de ambas comunidades autónomas limítrofes competentes en este espacio natural protegido.
Desde ACPES se recuerda la obligación que recoge la Ley de aguas de mantener caudales ecológicos en los ecosistemas fluviales. Una necesidad indispensable para conservar la capacidad de los ríos y humedales de mantener sus especies piscícolas, macroinvertebrados, poblaciones de aves y mamíferos interconectadas en el ecosistema, los bosques de ribera etc. que depende de que el agua corra por los cauces.